9.08.2013

Golpeé la pared hasta hacer llorar sangre mis nudillos.




Paso tiempo desde mi último post. Demasiado.
No porque no quisiera escribir. 
No porque no lo necesitara.
Sino que sentí miedo. Creo que ya no escribo como antes, que no puedo combinar las palabras del mismo modo.
Siento que ya no soy buena para eso, lo cual me duele en el alma.

Pasaron cientos de cosas, necesite escribir cada día desde la última entrada.

Quise gritar más de lo que hice. Quise dar más portazos de los que di.
Quise juntar mis libros y escapar.
Quise morir.

Ayune. Me atraque. Vomite y hasta me desmaye.
Llore mares cada noche. Incluso algunas tardes.
Golpeé la pared hasta hacer llorar sangre mis nudillos.
Me refugié en sus brazos. Y rompí promesas…

A decir verdad, no quise fallar. Le dije que iba a cuidarme. Que comería bien. Que estaría saludable. Y lo hice, por unas semanas, pero sufrí.
Sufrí más de lo que imagine que sufriría.
No quiero comer, no puedo comer.

Como le explico lo que siento?
Como le digo que me paralizo frente a la comida, que prefiero morir que probar bocado?
Como le digo que si veo una chica flaquita me siento gorda y si veo una chica gorda siento miedo de ser así ?
Como le hago entender que no es un capricho el “no querer estar bien” y que realmente no quiero ?

Porque es así. No quiero vivir de otra manera.

Lucho a diario, nunca deje de hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario